El municipio de Ayora, perteneciente
a la Comunidad Valenciana, se desvincula totalmente de la festividad de las
Fallas tan típica de la provincia de Valencia. Quizá sea por la ubicación
física de este, ya que está bastante alejado de la ciudad y a apenas a 22 km de
la ciudad Almansa, perteneciente a Castilla –La Mancha.
Es un pueblo muy rural y de habla
castellana, que, quizá también su historia sea otro motivo por el que no es
común celebrar las Fallas.
Pero el Instituto IES Fernando
lll decidió, hace siete años, acercarse un poquito a este ritual. En la
asignatura de plástica, los niños y niñas de 1º a 4º de la ESO hacen fallas con
material reciclado principalmente. En cada clase se hace una falla o varias. La
elección de aquello que van a representar es totalmente libre, con lo que se
han visto muñecos y objetos de todo tipo.
Este taller comienza en enero,
cuando los niños y niñas vuelven de las vacaciones de Navidad. Comienzan pensando
lo que van a representar y, cuando lo tienen claro, se ponen manos a la obra.
La actividad la van complementando con el material ordinario de la asignatura,
haciendo mitad de clase una cosa, y la otra mitad de otra.
Cuando se acerca la semana de
fallas, todos y todas se ven muy implicados en que la falla final, que será el
resultado de todas las pequeñas fallas juntas, quede bonita.
Así, los niños y niñas de
diferentes cursos se juntan en las últimas semanas, en los huecos que van
teniendo libres, para finalmente organizar la estructura de la “Falla Mayor”.
Finalmente, cada grupo de falla
le pone un nombre a la suya y han de explicar al resto de compañeros y
compañeras el porqué de ese “objeto o personaje”. Esto se realiza el último día
de clase antes del puente de San José y, en la hora del recreo, todxs juntxs
quemarán la “Gran Falla”, celebrando así las mayores fiestas de Valencia.
Con este taller, se ha observado
durante estos años que es una actividad muy beneficiosa para todo el alumnado,
donde se ve una gran implicación por parte de todos y todas y donde cooperan de
manera conjunta.
Una vez más, vemos cómo en
cualquier tipo de actividad se muestra la animación sociocultural y cómo en
cualquier tipo de actividad, las personas se cargan de valores cuando están
rodeadas de personas diferentes a ellas.
Como crítica al sistema actual,
deberían de implantarse más actividades dinámicas donde los niños y niñas trabajen
juntos y juntas, ya no sólo con su grupo de iguales (su clase); sino con todo el
resto de alumnado que se encuentra en el centro, adaptándose unxs a otrxs y
creando un clima de convivencia agradable, que les sirva para ponerlo en
práctica en la vida en general, es decir, fuera de la escuela.
Lucía Rodenas Martínez